Abordando las recaídas emocionales en el proceso de duelo por la pérdida de seres queridos.

El duelo es un viaje emocional complejo que experimentamos tras la pérdida de un ser querido. A lo largo de este proceso, es común experimentar altibajos emocionales, y uno de los desafíos más difíciles puede ser enfrentar las recaídas emocionales. Estas recaídas pueden surgir en cualquier momento, incluso después de haber pasado un tiempo desde la pérdida inicial.
Cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, nos embarcamos en un viaje lleno de altibajos emocionales. Al principio, podemos sentirnos abrumados por el dolor y la tristeza, pero con el tiempo, aprendemos a vivir con la pérdida, a sobrellevar el dolor y a encontrar nuevas formas de seguir adelante. Sin embargo, a veces, podemos encontrarnos nuevamente sumergidos en un profundo dolor, incluso después de haber sentido que estábamos avanzando en nuestro proceso de duelo. Estas recaídas pueden ser desconcertantes y desalentadoras, pero son una parte normal y natural del proceso de duelo.
Una de las razones por las que experimentamos recaídas emocionales es que el duelo no sigue un camino lineal. En lugar de eso, es un proceso complejo, caótico y desordenado, donde avanzamos y retrocedemos en nuestra sanación. Las fechas significativas, los recuerdos o incluso los pequeños momentos cotidianos pueden desencadenar estas recaídas, recordándonos el dolor de nuestra pérdida de una manera abrumadora.

Sentir el dolor emocional que nos dejó la pérdida no es estar enfermo, no es algo que haya que arreglar, ni es un problema para solucionar. Es una parte respetable de nuestra experiencia por ser humanos, relacionarnos, amar y perder.

Mabel Weiskoff.
Iluminando el Duelo.

Es importante recordar que no hay un marco de tiempo establecido para el duelo, y cada persona lo experimenta de manera diferente. No hay un “momento correcto” para sentirse triste o para llorar la pérdida de un ser querido. Es crucial permitirnos sentir y procesar nuestras emociones, incluso cuando experimentamos una recaída emocional. No debemos juzgarnos por sentirnos tristes o por necesitar tiempo para sanar.
Además, es importante buscar apoyo durante estos momentos difíciles. Ya sea hablar con un amigo de confianza, un miembro de la familia o un profesional de la salud mental, compartir nuestras emociones puede ayudarnos a sentirnos menos solos en nuestro dolor. Participar en un grupo de apoyo también puede ser beneficioso, ya que nos conecta con otras personas que están pasando por experiencias similares y nos brinda un espacio seguro para compartir nuestras experiencias y emociones.
A medida que navegamos por nuestras recaídas emocionales, es fundamental recordar que el proceso de duelo es un viaje único y personal. No hay una forma “correcta” de sentirse o de enfrentar la pérdida. Lo más importante es ser compasivos y pacientes con nosotros mismos mientras trabajamos para sanar nuestras heridas emocionales. Con el tiempo, encontraremos la paz y la aceptación, llevando con nosotros el amor y los recuerdos de aquellos que han fallecido en nuestro corazón para siempre.

Intenta observar tu pena y abrir el corazón al dolor. Hazle un lugar a lo que sientes. Respíralo consciente. Escúchalo, recíbelo para que se transforme, libere, sane y no quede estancado en tu cuerpo.

Mabel Weiskoff.
Iluminando el Duelo.

Para enriquecer tu proceso de duelo, te recomiendo que consultes mi libro: ‘Iluminando el Duelo: Orientación y Recursos para Transitarlo Sanamente’, publicado por Editorial Bonum. Este recurso ofrece una guía de 30 ejercicios y prácticas que pueden ayudarte para transitar el duelo de manera saludable y constructiva.”

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